jeudi 7 août 2008

José

Cumplir 8 años en 1888 no podia ser otra cosa que una buena señal.

Que ademas fuera ese el año en que sus padres decidieran ir a la conquista del "nuevo mundo", tenia que ser una buena señal.

Lelo dejo Peñaflor casi sin mirar atras, sus amigos que se amontonaron frente a la iglesia para verlos partir lle gritaron varias veces su nombre, pero el no se dio vuelta. Sabia que verlos por ultima vez lo iba a hacer llorar y no queria que su mama se preocupara aun mas, ya tenia a 6 de sus 8 hijos llorando en el carro, el tenia que ser fuerte.

Peñaflor nunca lo abandono, nunca en toda su vida dejo de soñar con Asturias.

Sus 8 años pasaron rapido, y el nuevo mundo era muy diferente de lo que el creia... comia a diario, tres veces al dia, eso si era bueno, peor por lo demas... no era lo que el esperaba.

Yo puedo ayudar, pensaba, no es juso que mi padre sea el unico que trabaja para darnos de comer, ya soy lo suficientemente grande para ayudar.

Se empleo en la casa de una familia arabe que tenia una tienda de Ramos Generales, en el viejo Santa Fe de 1890, y termino viviendo con ellos (era mas facil, por que para descargar las entregas que llegaban de Buenos Aires a la madrugada o preparar los envios para las tiendas del interior de la provincia habia que levantarse muy tempranto)

Lelo era muy inteligente, y aprendio a hablar arabe muy rapidamente y se gano la confianza y hasta el afecto de sus patrones, que lamentaan que no fuera arabe de origen para casarlo con una de sus hijas.

A los 17 años le ofrecieron hacerse cargo de una sucursal del interior, y acepto sin dudarlo.

La mañana que dejo Santa Fe tampoco se dio vuelta para mirar a qu madre y a su padre que lo despidieron desde la puerta de la casita familiar... sabia que no los volveria a ver, estaban viejos, mas por el cansancio que por la edad. Maria no habia logrado sobreponerse nuna al desarraigo, le hacia falta su tierra, su tierra querida, esa tierra que no volveria a ver.



Lelo era el Señor Alonso, el encargado de la tienda de Ramos Generales de Pilar, Santa Fe. Un Señor hecho y derecho ( a pesar de sus 18 años) cuando conocio a Rosa, una Piamontesa orgullosa. Desde que la vio por primera vez supo que seria su mujer, con la misma seguridad con la que a los 8 años habia dejado Peñaflor, con la misma sensacion de que debia ser una señal.

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