Había una vez, en una hermosa isla, una pequeña niña llamada Emily que vivía con su mama, Ale y su papa, Sam, rodeada de hermosos bosques, llenos de aves, ciervos, ardillas y otros animales, que cada día, desde que Emily llego al mundo, venían a visitarla.
Los primeros días después de su nacimiento Emily parecía estar interesada únicamente por dormir y comer, pero a medida que fueron pasando los días, la hora de la siesta era la hora de la fiesta!
Emily recibía en su habitación, sin que sus padres lo supieran por supuesto, por que los adultos no entienden estas cosas, la visita de Susan, una cervatilla joven y hermosa, que le contaba todas las leyendas que conocía del bosque en el que habitaba; recibía a Edgard, una ardilla pelirroja, que parecía siempre estar apurada aunque no sabia muy bien apurada para que, pero hablaba rápido, y todo el tiempo, le contaba a Emily las cosas que iban a poder hacer juntas cuando por fin pasara esta etapa de "bebe" y pudiera acompañarla a pasear por el bosque; también venia a verla todos los días Kate una coneja que no hacia mas que quejarse por ser pequeña porque eso hacia que rápidamente tuviera que volver a su madriguera para que su mama no la regañara por estar mucho tiempo fuera de casa. Completaban en grupo Hugo un búho, que como todos los búhos era un sabio viejecito, y Coco, un ruiseñor.
Coco despertaba a la mama de Emily todas las mañanas, y aunque ella no se había dado cuenta, la verdad era que la despertaba unos minutos antes de que Emily se despertara para que al hacerlo, tuviera el desayuno listo.
Rápidamente llego el verano, Emily soplo la única vela de su torta de cumpleaños, volvieron a caer las hojas de los arboles con la llegada del otoño, y para cuando la primera nieve comenzó a caer, Emily ya salia con su mama a dar unas largas caminatas por los alrededores de su casa.
Un día, cuando las primeras flores de la primavera empezaban a asomarse timidamente, Emily y su mama estaban empezando su caminata cuando el teléfono de la casa empezó a sonar, Ale le pidió a su hijita que la esperase en donde estaba, "vuelvo enseguida" le dijo, "no te muevas de aquí" y entro a la casa para atender el llamado.
En eso, Edgard y Coco se acercaron a la niña pidiéndole ayuda, Susan estaba al borde del lago, y su hijita Camil que se había alejado de ella mientras daban un paseo había caído al agua todavía helada, al romperse el hielo por el que caminaba. Emily sin dudarlo corrió hasta el lago y vio a la pequeña que luchaba con todas sus fuerzas por mantener la cabeza fuera del agua. También vio a Susan muy cerca en la orilla que la miro con unos ojos llenos de angustia pidiéndole ayuda.
Sin dudarlo la niña tomo una rama caída a su lado en la orilla y se recosto sobre el hielo para acercarse todo lo posible sin que este se quebrara, había aprendido esto en las historias que le contaba su papa antes de dormir, sobre los antiguos habitantes de la isla. Cuando la rama estuvo lo suficientemente cerca de Camil, la pequeña le grito "agarrate fuerte con tus dientes de la rama para que pueda sacarte del agua!" Emily tiro con todas sus fuerzas, pero no era suficiente, necesitaba ayuda, y rápido! Hugo, Coco, Kate y Edgard la tomaron de los pies y entre todos tiraron y tiraron hasta que lograron por fin rescatar a la pequeña, que muerta de frío pero sana y salva se refugio entre las patas de su mama
Emily estaba agotada, no podía tenerse en pie, y sobre todo estaba empapada y muerta de frió! Susan decidió entonces que era el momento de devolver el favor que acababa de hacerle la niña y sin dudarlo se la cargo en el lomo y se dirigió a toda velocidad a la casa de la pequeña.
Los animales nunca se acercaban a los humanos adultos, sabían muy bien que eso era peligroso pero Susan tenia una deuda que pagar y Emily no podía esperar. Con paso firme entro en el jardín de la casa, donde Ale la buscaba desesperada a su hija, y le dio a la niña.
Después de un baño caliente y muchos mimos de su mama Emily estaba recuperada del frió y Susan y Camil las miraban desde la ventana.
Desde entonces no pasa un día sin que Ale, Emily, Susan y Camil den un paseo por el bosque, donde viven innumerables aventuras juntas!
No puedo pero debo.
Il y a 1 an
3 commentaires:
es lindisimo, Sol. hoy se lo contaba a Emily mientras le daba de mamar, y ella escuchaba atenta... super atenta... y yo lloraba... gracias, amiga. te quiero.
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