samedi 20 juin 2009

lo inesperado, la espera

Ayer volvi a Paris despues de haber pasado tres dias afuera haciendo fotos. La proximidad de nuestra partida hacia Sao Paulo me hace mal, y ver Paris, llegar a la Gare de l'est, caminar por los pasillos del metro primero me erizo la piel y despues empezaron a caer las lagrimas... al pricipio ni siquiera me di cuenta de que estaba llorando, creo que fueron las miradas compasivas, a veces asustadas de la gente con la qe me cruzaba que me hicieron reaccionar. Las lagrimas siguieron cayendo, no fui capaz de controlarlas, pero al menos era conciente de ellas.
Cuando llegue a la estacion donde tenia que tomar el tren que me dejaria definitivamente en casa me sente a esperarlo; unos segundos despues un seños bastante gordo, grande, de pelo blanco un poco largo, y una barba igual de blanca, se sento a mi lado. Cuando su tren se estaba acercando a la estacion me puso una mano en el hombro y me dijo "nada es tan terrible, estas viva, alguien te espera del otro lado de la linea del metro, y Paris va a estar siempre esperandote"
No, el no sabia por que lloraba, el no sabia que en menos de un mes nos vamos, no, el no sabia cuanto me duele dejar Paris... o si?

2 commentaires:

Ana a dit…

Se van??
Mudarse es un shock...y creo que diez veces más si es de una ciudad que amás a otra que no conocés...
beso

Anonyme a dit…

Los pequeños grandes "milagros" de la vida, no? Esa magia que uno no entiende de donde viene, esa mano en el momento justo, y esas palabras venidas del cielo para decirte JUSTO lo que necesitas oír.Para decirte que todo va a estar bien. Yo no sé si vos creés en los ángeles de la guarda, pero si no, sería un buen momento para empezar...
Confiá Sole, si tu destino es PARIS, nada va a impedirlo.
Te quiero amiga, te entiendo, y te acompaño.
Un abrazo grande.
Magi